Aunque ya se hace cansino, es imprescindible sacar el tema del coronavirus a relucir y sobretodo en los momentos que el sector necesita una inyección económica, no solo para la supervivencia, sino para que no entre en decadencia todo lo que hemos construido a lo largo de los años, es decir, un destino turístico y gastronómico de referencia.
Nos invade una motivación de ahorro por los tiempos que corren, pero somos consumistas empedernidos y seguimos gastando una parte de nuestro presupuesto personal en productos y servicios que nos avivan el ánimo.
Los tiempos cambian, los hábitos se adaptan y parece ser que regalar gastronomía, noches de hotel no entra en nuestros planes por no poder ser consumido de forma inmediata o al menos a corto plazo.
Muchos pedimos a las administraciones públicas que repartan ayudas (en la medida y equivalencia a las necesidades de cada sector, claro está), pero, ¿podemos ser nosotros partícipes de esta ayuda directa al sector? Rotundamente SÍ.
Regalemos, compremos e invirtamos en noches de hotel, menús gastronómicos, Hagamos que se convierta en un día futuro especial, que llegado el momento quedará grabada a fuego esa fecha señalada que compartimos con alguien querido.
Todo lo que inviertas en ello, te va a ser retornado y amplificado.
El turismo y la gastronomía son sinónimos de querer y compartir.